Luego le dijo una mujer: ¿ Quieres hablarnos de la alegría y de la tristeza ?
Y él respondió diciendo:
Vuestra alegría es vuestra tristeza desenmascarada.
El mismo pozo que da nacimiento a vuestra risa se ha llenado infinitas veces con vuestras lágrimas. ¿ Y cómo podría ser sino así ?
¡ Cuanto más profundamente clave la tristeza su garra en vuestro ser tanto más alegría podréis contener !
¿ No es acaso el cántaro que guarda vuestro vino el mismo barro que fue cocido en el horno del alfarero ? Y la cítara que alegra vuestros corazones, ¿ no es acaso la misma madera que fue cortada con el hacha y el serrucho ?
Cuando esteis alegres mirad en el fondo de vuestros corazones y hallaréis que lo mismo que os da hoy alegría fue aquello que os llenó ayer de tristeza. Y cuando estéis tristes, mirad de nuevo y descubriréis que estais llorando por aquello que fue ayer vuestro deleite.
Algunos de vosotros pensáis que la alegría es mayor que la tristeza . Otros creeis que la tristeza es más frecuente que la alegría.
A todos os digo que ambas son inseparables. Vienen siempre juntas, y cuando una está sentada a vuestra mesa la otra está acostada en vuestra cama.
Estáis suspendidos entre los platillos de una balanza que sólo cuando están vacíos están equilibrados. Pero si queréis pesar vuestros tesoros , entonces corresponderá a uno u otro subir o descender.
Y él respondió diciendo:
Vuestra alegría es vuestra tristeza desenmascarada.
El mismo pozo que da nacimiento a vuestra risa se ha llenado infinitas veces con vuestras lágrimas. ¿ Y cómo podría ser sino así ?
¡ Cuanto más profundamente clave la tristeza su garra en vuestro ser tanto más alegría podréis contener !
¿ No es acaso el cántaro que guarda vuestro vino el mismo barro que fue cocido en el horno del alfarero ? Y la cítara que alegra vuestros corazones, ¿ no es acaso la misma madera que fue cortada con el hacha y el serrucho ?
Cuando esteis alegres mirad en el fondo de vuestros corazones y hallaréis que lo mismo que os da hoy alegría fue aquello que os llenó ayer de tristeza. Y cuando estéis tristes, mirad de nuevo y descubriréis que estais llorando por aquello que fue ayer vuestro deleite.
Algunos de vosotros pensáis que la alegría es mayor que la tristeza . Otros creeis que la tristeza es más frecuente que la alegría.
A todos os digo que ambas son inseparables. Vienen siempre juntas, y cuando una está sentada a vuestra mesa la otra está acostada en vuestra cama.
Estáis suspendidos entre los platillos de una balanza que sólo cuando están vacíos están equilibrados. Pero si queréis pesar vuestros tesoros , entonces corresponderá a uno u otro subir o descender.
* El Profeta * de Gibran Kahlil Gibran.
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