Dos voces gritaban enfurecidas y eran todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida en la cara de los cerdos. Los animales asombrados pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quien era uno y quien era otro
George Orwell (Rebelión en la granja)
2 comentarios:
Siempre me ha gustado orwell. Me alegra mucho que vuelvas a publicar mas seguido en tu blog, siempre es un placer leerte
Es cierto... durante tiempo no he tenido mucho tiempo para poder postear, pero espero que ahora la cosa vaya un poquito mejor. Gracias por tu visita y tu comentario :)
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