martes, 27 de septiembre de 2011

Momentos: celebraciones...



Hay lugares que invitan.

Invitan a la dulce molicie, a las celebraciones placenteras, a ese estado de ensoñación que en algunos sitios llaman Nirvana y que algunos llamamos simplemente  bienestar e incluso felicidad

domingo, 18 de septiembre de 2011

Las palabras nunca son inocentes

Pueden ser fugaces y rápidas como el viento, pero dejar las huellas de un huracán 
Pueden construir o destruir una ilusión en un segundo. 
Pueden estimular o desmotivar a una persona. 
Pueden llevar alegría o tristezas 
Están ahí para enaltecer o hundir 
A veces no da lo mismo una palabra que otra, por mucho que el diccionario nos diga que son sinónimos. 
Las palabras pueden ser objeto de apropiación indebida y en vez de decir lo que significan puede inducir a errores. 
Con su uso incorrecto los discursos pueden cometer crimen de lesa verdad al manipular las palabras, forzándolas a ir más allá de la idea que ellas connotan. 
Las palabras no son adornos, son los materiales de nuestro pensamiento. 
Decía Kapuscinski: que el comienzo de las guerras no lo marca el primer disparo con un arma de fuego sino el cambio del lenguaje. El lenguaje del odio llega antes que las bombas. 

"Las palabras no son ni inocentes ni impunes, por eso hay que tener muchísimo cuidado con ellas, porque si no las respetamos, no nos respetamos a nosotros mismos.” 
"Las palabras no son una cosa inerte, de la que se pueda disponer como a uno le venga en gana" 
"Hay que decirlas y pensarlas de forma consciente. No hay que dejar que salgan de la boca sin que antes suban a la mente y se reconozcan como algo que no sólo sirve para comunicar.” 

José Saramago

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Toco tu boca...


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua

Julio Cortazar (Rayuela)

viernes, 9 de septiembre de 2011

Recuerdos sobre una musa

La otra noche, cuando estaba repasando las musas ya publicadas en la antigua página de Grita, al llegar a la que finalmente publiqué la madrugada del lunes, fue como si me trasladara en el tiempo .... me hizo recordar el día que la publiqué en Grita, concretamente el 24 de marzo de 2003. Me sentí trasladada a los años en que esa frase se me quedaba pegada en los labios una y otra vez, e incluso las veces en que consiguió salir de ellos. Me quedé largo rato pensando y al final empecé a sentirme bien, muy bien y me afloró una gran sonrisa al darme cuenta que desde hace ya tiempo esa frase no me había vuelto a la memoria. Afortunadamente no he tenido ningún motivo para recordarla