lunes, 27 de octubre de 2008

De piedra...

De piedra, los que no lloran.
Yo nunca seré de piedra.
Lloraré cuando haga falta.

Canto, río, con tus aguas

De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan.

Yo nunca seré de piedra.
Gritaré cuando haga falta.
Reiré cuando haga falta.
Cantaré cuando haga falta.

Canto, río, con tus aguas

Espada, como tú, río.
Como tú también, espada.
También, como tú, yo, espada.

Espada, como tú, río,
blandiendo al son de tus aguas:

De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan


Rafael Alberti

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Podemos estar tranquilas que no somos de piedra
Qué bonito, Alberti

Liberto Brau dijo...

Te encontré por casualidad, no tanto al azar… Me gustaron algunas cosas, bastantes, de lo que vi, de las citas y autores que seleccionaste y tengo curiosidad por “buscar” entre tus entradas antiguas… ¿Y tus palabras? Volveré… Ojalá tengas curiosidad por el mío que recién comencé hace una semana a publicar una novela por capítulos, “Amanece púrpura”; una novela en proceso, de la que ya he editado el primer capítulo y una parte del segundo. Iré escribiendo los siguientes siempre que haya lectores “suficientes” y “paguen” por su lectura con el impuesto revolucionario de sus comentarios… Bueno, hasta otra, en tu casa o la mía… Un saludo cómplice.

Liberto Brau dijo...

Hace meses que no escribes nada... Me preocupa ese abandono... Tú elegiste AMANECE PÚRPURA entre tus webs elegidas... Yo vengo de vez en cuando a releerte... Mi pacto contigo era de lector a lector, de palabras... Qué estés bien, que seas feliz, te deseo...