lunes, 31 de octubre de 2011

Serenidad, grandeza.....

No lo puedo evitar, me gusta. Me transporta, invadiéndome una sensación de bienestar indescriptible. ¡¡Bellísima!!

Lenguaje

Las palabras también sirven para engañar


Cuantas más palabras uno tiene, más matices puede expresar al comunicarse. Lo malo es que las palabras sirven para todo. Principalmente para engañar y vender mentiras como si fueran algo verdadero.

José Saramago

Las palabras también sirven para engañar
Publicado en Redacción I , Escuela de Comunicación Social, Universidad de Rosario

miércoles, 19 de octubre de 2011

Tempos...

Fósforos...

Mi abuela tenía una teoría muy interesante;



Decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa.Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca."

Laura Esquivel (Como agua para chocolate)

domingo, 2 de octubre de 2011

Momentos: ¡Sorpresa!


Este otoño me he llevado una gran sorpresa, me he encontrado con algo que no me esperaba, algo que no había visto jamás, y me lo he encontrado en el parterre de los tomates y pimientos.
Hace ya más de un año que nos mudamos a esta casa. 
Ya desde el principio notamos algo de especial en ella, algo que hacía que pareciera que siempre habíamos estado en ella, que era nuestra. Y no sólo nosotros, sino también todos los que vienen, que es bastante gente, al conocerla y también luego cuando son asiduos, todos coinciden en su apreciación, y la cito literalmente "Esta casa es especial, tiene unas vibraciones increibles" o como dice una buena amiga... "Un especialísimo espacio Zen". 
Hay quien dice que parece la granja de Pin y Pon. No es raro, los niños de las casas cercanas vienen a ver los conejos, las gallinas, los patos, los perros y es todo un placer ver a los niños por el cesped con los animales. 
Hay quien dice que parece una casa de cuento, llena de colores y flores y quien dice que es la casita de Hansel y Gretel. 
Hubo incluso un amigo que me dijo que le parecía una escena idílica y que esperaba que lo fuera. Yo le contesté.... "Lo es".
Lo que si sé de nuestra casa, es que es una casa acogedora, abierta, feliz, que desprende vida por todas partes y la favorece.
Nacen nuevos pollitos, nuevos conejos, salen nuevas flores, todo lo que se planta florece, evoluciona día a día con cambios, este año ya no necesarios pero que mejoran cosas; nuevo gallinero hecho en casa (que me costó un tremendo moratón en una pierna) para sustituir al que hicimos al llegar,  nuevo espacio para la huerta, que ya no tendrá que repartirse en parterres....... en fin, lo que apetece hacer cuando estás en un sitio así.
 Normalmente (el verano pasado, sin ir más lejos), cuando va llegando el otoño, las plantas de los tomates comienzan a secarse, aunque siguen dando fruto, y la zona en la que están comienza a cubrirse de malas hierbas que hay que ir limpiando. Pero en este caso no ha sido así por increíble que pueda parecer. 
En lugar de malas hierbas han empezado a aparecer unas preciosas plantas que parecen petunias, sin serlo, que además, respetan las plantas que ya hay, los pimientos y los tomates que aún están bien. 
De veras, nunca lo había visto, en lugar de malas hierbas, flores espontáneas en la huerta. Coincido con mis amigos... esta casa es especial.