martes, 13 de septiembre de 2005

Vida


Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace mucho tiempo que este poema está entre mis favoritos y lo llevo siempre guardado en el corazón -y en un pequeño trozo de papel que procuro echarme al bolsillo-.

Comentario realizado por Ed Crane el Miércoles, 14 Septiembre 2005 a la 01:01